¡Vacaciones!, ¿Momento de descanso o mayor responsabilidad?
¿CÓMO GESTIONAR EL TIEMPO LIBRE DE LOS NIÑOS EN VACACIONES?
¡Damos la bienvenida al verano!, con él, despedimos el curso y aunque aparentemente puede ser un momento deseado para niños/as, padres y madres, en ocasiones, este momento puede suponer una época de mayor estrés para muchas de las familias, relacionado con la incertidumbre que conlleva esta situación, como con el tema de gestionar el tiempo libre y a su vez compaginar la vida laboral de los adultos.
Es muy común que este momento resulte difícil para muchos de vosotros/as, ya que han sido muchos meses sumergidos en una rutina monótona que a penas ha dado lugar a la creatividad, con esto quiero decir que hemos estado tan ocupados a la hora de manejar horarios, comidas, trabajo, escuela…que parece que nuestra capacidad para imaginar o elaborar una nueva rutina de cara a estos tres meses puede haberse visto mermada.
¡Parece que se nos han acabado las ideas!
No pasa nada, esta es una sensación normal, generada por el agotamiento mental y físico de este largo tiempo…para ello, vamos a ver posibles ideas que nos permitan una mejor gestión del tiempo y que nos ayuden a acompañarnos mejor con la incertidumbre que supone el hecho de enfrentarnos a estos tres meses de tiempo libre.
Además, esta época anteriormente se relacionaba a menudo con actividades al aire libre, campamentos…etc. Es frecuente que a menudo aparezca el miedo a que pasen demasiado tiempo delante de una pantalla, conectados a la red, con otros dispositivos, o manejando las nuevas tecnologías que parece que han llegado unidas a ellos, pero no sólo el hecho de que en la sociedad que vivimos cada vez estas nuevas TIC están más presentes, sino que la situación de crisis sanitaria por covid y las restricciones que a menudo aparecen, que además se caracterizan por ser fluctuantes, nos pone más complicado el llevar a cabo una organización a largo tiempo. Por ello, empecemos también a aprender a tolerar la culpa si esto pasa, porque inevitablemente padres y madres, es imposible poder llegar a controlar cada minuto del día a día o que sea posible que no se nos escape algo.
“Somos seres humanos, todos cometemos errores, no pasa nada, aprendemos de ellos e incorporamos nuevos recursos a nuestra propia mochila”.
CUESTIONES FRECUENTES:
¿CÓMO GESTIONAR EL TIEMPO LIBRE?
En primer lugar, sería importante que vuestros/as hijos/as participen a la hora de planificar sus vacaciones, no olvidemos, que la organización que finalmente decidamos llevar en familia tendrá repercusión en ellos, y será más fácil, recordarles que ellos han sido partícipes del proceso de organización. ¿Por qué digo recordarles?, no olvidemos que son niños/as-adolescentes, no podemos pretender que tomen decisiones un día y estén conformes con ella el resto de sus días, tampoco nosotros los adultos somos muy coherentes con las decisiones que a menudo tomamos.
Con esto quiero tranquilizar a aquellas familias, que puedan llegar a vivir conflictos por este tipo de cuestiones, no crean que, aunque esta planificación se consolide aún con ambas partes de acuerdo, no habrá momentos o situaciones difíciles que tendremos que manejar. Por eso, no viene mal recordar que ellos/ellas estuvieron de acuerdo con esta planificación, esto no significa que debamos de limitarnos a una estructura de horarios y actividades, entonces no estaríamos hablando de vacaciones, sino de que pueda ser una planificación flexible.
¿CÓMO?
Fomentar la buena comunicación: Dedicar un lugar y espacio de tiempo, para tomar decisiones en familia, de esta manera trabajaremos la cohesión del grupo.
La escucha activa: Es importante que tanto los niños/as-adolescentes se sientan escuchados, esto servirá para mantenerles más implicados, por lo que estaríamos fomentando su toma de decisiones, además de crear un clima de confianza.
Empatía: Se trata de validar cada una de sus perspectivas ante una misma situación, su visión del mundo, su propia realidad, aceptarla y que se sientan aceptados. Dándoles permiso de que puedan mostrarse tal y como son, sin miedo a ser juzgados. Ofreciendo la oportunidad de mostrar sus acuerdos y desacuerdos, que serán tenidos en cuenta, de esta manera estaríamos trabajando su seguridad, soltando a su vez dependencias o la necesidad de aprobación fuera, en el otro.
Así, también vosotros podréis dejar a un lado ese sentimiento de que vuestros hijos/as estén perdiendo el tiempo. Esto no significa que la decisión final la tengan ellos, pero sí demostrareis que estasis atendiendo sus necesidades.
En conclusión, a través de la negociación y el consenso, estaréis llegando a acuerdos, en los que ellos se verán más implicados y a vosotros os permitirá tener una mejor organización en cuanto al día a día, por lo que será más probable que haya una reducción del estrés y ansiedad por la incertidumbre de la que anteriormente hablábamos.
¿ES RECOMENDABLE QUE CONTINÚEN ESTUDIANDO DURANTE LAS VACACIONES DE VERANO?
A menudo, muchas de las preocupaciones de las familias que acuden a consulta tienen que ver con el miedo a que, durante el verano, pierdan todos los aprendizajes adquiridos y en septiembre tengan que enfrentarse a un curso perdido.
En ocasiones, tenemos que plantearnos si como adultos esto supondría una mayor carga familiar o dificultad para la “época de vacaciones”, es decir, las vacaciones de verano, como su propio nombre indican pueden servir tanto para padres como para hijos/as un tiempo de desconexión para volver con las pilas cargadas al próximo curso, o si, por el contrario, serviría para que llegaseis aún más agotados al inicio de curso.
¿Qué creéis que pasaría si en vuestras vacaciones de verano, vuestro jefe os pusiera tareas pendientes?
Con esta pregunta, no quiero señalar o reivindicar lo que está bien o mal, simplemente haceros reflexionar y que, como padres, toméis vuestras propias decisiones, que seguramente tengan la mejor intención de todas, la de poder ofrecer el mayor bienestar a vuestros hijos/as. Pero sí me gustaría dejar caer, que el hecho de exigir a un niño que mantenga una rutina de estudio o actividades poco motivantes puede llegar a hacerle creer que su esfuerzo durante el curso no ha sido recompensado.
En el caso de decidir que la mejor opción será que vuestro hijo/a continúe realizando deberes o refuerzo escolar, es importante que no se lleve a cabo una rutina estricta, y que exista un cambio significativo en cuanto a rutina de colegio/instituto y vacaciones de verano. O propongo, para el que decida que será positivo continuar reforzando aquellos aspectos, que hayan quedado más descolgados durante el curso, se haga a través de tareas, actividades o incluso juegos motivantes para ellos o de su interés.
¿ES BENEFICIOSO QUE MI HIJO/A EMPIECE A IR AL PSICÓLOGO EN VERANO O ES MEJOR ESPERAR AL INICIO DEL CURSO?
Esta es una de las preguntas más comunes, ya que, normalmente la mayoría de problemáticas, crisis o conflictos que se desarrollan en el entorno familiar, suelen identificarse durante el curso escolar, de ahí que tengamos la falsa creencia de que esta época de verano es una época en la que parece que los problemas desaparecen. Esto no es del todo cierto, aunque es un buen momento para mantenernos ocupados, es decir, tenemos mayor tiempo libre para “hacer” planes, actividades o infinidad de ocupaciones que pueden ser un divertimento para distraernos de lo que realmente nos preocupa. Esto no significa que el problema desaparezca, aunque quizá pueda mantenerse más estable en algunos casos por este motivo, sin embargo, también es frecuente que al inicio de curso este tipo de problemas no resueltos, resuenen de nuevo con más fuerza.
No hay mejor estación o época del año para resolver situaciones que generen malestar en casa, el hecho de pedir ayuda o consejo a un profesional, es un acto responsable en sí mismo independientemente del momento, por el cual estaremos cuidando no solo de uno mismo sino también de nuestra familia contribuyendo a un bienestar común.
De hecho, si en esta época de vacaciones, hemos sabido gestionar bien nuestro tiempo, además de ser una época en la que encontraremos descanso y tranquilidad, tratando de dejar a un lado, lado la presión de exámenes, trabajos, deberes u otras exigencias, puede ser incluso uno de los mejores momentos para reflexionar juntos, poner a punto nuestro estado emocional, hábitos no saludables y elaborar estrategias comunes para mejorar el bienestar emocional y calidad de vida de la familia.
No olvidéis que el verano puede ser la oportunidad para crecer en familia, disfrutar de momentos compartidos, generar experiencias, anécdotas que continúan durante los años y amenizan nuestras comidas o reuniones familiares.
“A lo largo de vuestra vida, seguramente haya más veranos, pero… ¿y si os dijera que ninguno será como este?, que este verano, nunca volverá, nunca volverá a ser el mismo, habrá muchos más, ¡cierto!, pero no iguales”.